Desde México a Valdivia: intercambio de experiencias para la gestión de cuencas y caudales

seminario-taller1Con la participación de representantes de servicios públicos, de la academia y de organizaciones de la sociedad civil, este miércoles se llevó a cabo el seminario-taller “Políticas de gestión de cuenca y caudal en Chile y México: la cuenca del río Valdivia a la luz de la experiencia internacional”, organizado por el Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile, el Centro de Humedales Río Cruces (CEHUM) y la Coalición Ríos Protegidos.

La instancia tuvo como eje la visita de Eugenio Barrios, experto internacional en conservación de ríos y director de Agua en la Fundación Gonzalo Río Arronte, quien compartió la experiencia del Programa Nacional de Reservas de Agua en México, una iniciativa pionera en América Latina que permitió proteger el caudal ecológico de más de 300 cuencas entre 2014 y 2018 en ese país.

Este proceso de implementación de reservas en México es un referente para Chile, específicamente para la Región de Los Lagos, donde existe una iniciativa de crear reservas de caudal para los ríos Yelcho y Palena. Se trata de un instrumento legal para asegurar la disponibilidad de agua de los ríos, y así garantizar caudales mínimos para conservar ecosistemas o asegurar agua para futuros usos.

Eugenio Barrios, al presentar la experiencia mexicana, fue enfático: “Las reservas de agua son una oportunidad de cambiarle la historia al desarrollo de una cuenca. No se trata de impedir que ocurran proyectos, sino de poner primero las condiciones ecológicas y sociales que deben respetarse. En México, las reservas han permitido responder a emergencias hídricas y conservar la biodiversidad, a la vez que reducen los conflictos por el agua”.

El especialista recalcó que este instrumento solo es efectivo si se acompaña de monitoreo, participación vinculante y una base científica sólida: “Reservar agua al ambiente es una gran responsabilidad. La sociedad debe tener certezas de que esa agua cumple una función, y eso requiere seguimiento, ciencia práctica y colaboración entre sectores”.

Por su parte, Nicolás Álamos, encargado de Agua Dulce del Programa Patagonia Austral UACh, comentó: “La figura de reserva de caudal representa una gran oportunidad para avanzar hacia una gestión más equilibrada del agua en nuestros territorios. Nos permite asegurar la existencia de caudales que sostengan la vida de los ecosistemas y la disponibilidad futura de este recurso. Fortalecer este instrumento, con base científica y una visión de largo plazo, es clave para resguardar la funcionalidad de los ecosistemas de agua dulce”.

Uno de los énfasis del seminario fue precisamente el fortalecimiento de la cuenca del río Valdivia, que recientemente cuenta con una Norma Secundaria de Calidad Ambiental, instrumento legal que establece límites y estándares para preservar las condiciones ecológicas del agua en ríos y cuerpos de agua específicos. Esta norma busca proteger la calidad del agua frente a actividades contaminantes, y representa un avance significativo en la gestión territorial ambiental de la región. Durante el encuentro, la Dirección General de Aguas (DGA) estuvo presente, aportando con su experiencia técnica y su rol clave en la aplicación de esta norma y en los desafíos que enfrenta la gobernanza hídrica en la cuenca.

Desde la sociedad civil, se destacó la relevancia de esta instancia para reforzar estrategias locales de protección hídrica. Camilo Hornauer, director ejecutivo de Fundación Plantae, afirma que “el trabajo de Eugenio Barrios, con mecanismos plausibles de implementar en Chile, fortalece las estrategias que venimos impulsando para la protección de la cuenca del río San Pedro. Hoy contamos con condiciones y apoyo para avanzar hacia reservas de caudal y derechos no extractivos. El desafío ahora es lograr una zonificación y priorización de cuencas a nivel, e integrarlas a la planificación territorial nacional”.

En ese sentido, Patricia Moller, coordinadora de Educación Ambiental del CEHUM, señaló que “generar un espacio de diálogo e intercambio como este permite comprender que la comunidad científica y el ámbito académico en general tienen un rol muy importante, no solo en generar y transmitir conocimientos, procedimientos y prácticas que contribuyan a una gestión óptima de los recursos hídricos de nuestras cuencas, sino que también en crear espacios de acercamiento y de diálogo con los diferentes actores que están involucrados, para puntos en común y desde allí construir esas estrategias”.

Proteger los ecosistemas de agua dulce requiere trabajar a escala de cuencas hidrográficas, donde confluyen de manera interdependiente dimensiones hidrológicas, ecológicas y sociales. En esa línea, el seminario concluyó con mesas de trabajo centradas en la cuenca del río Valdivia, donde las y los participantes identificaron acciones y oportunidades concretas para fortalecer su gestión, articulando ciencia, políticas públicas y participación comunitaria. El desafío es garantizar la seguridad hídrica de las personas y la biodiversidad frente a las crecientes presiones climáticas y antropogénicas.

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